divendres, 9 de març del 2012

Nadie llegará a ser tan feliz como yo, porque lo mío es amor.

(1) No te voy a repetir que no puedo vivir sin ti, te lo demuestro. Lo que siento no es amor, es lo siguiente, que digo, aún más grande, y más, y más. No sabes cuanto me llenas, cuanto me llena tu voz. Solo hay una verdad la de tenerte. Y tenerte es más grande que cualquier cosa. Ojalá todo el mundo te pudiera tener pero, he llegado antes, y te quedas para mí. Nadie llegará a ser tan feliz como yo, como lo feliz que soy cuando estoy contigo.  (2) Siempre he pensado que los momentos más bonitos del amor son esos en los que no caemos que estamos viviendo uno de los momentos más bonitos de nuestro amor hasta que los recordamos y nos damos cuenta. Un sofá. Un tren. El típico domingo de sofa y película y amor. La reconciliación después de una larga pelea. Quizás hasta la misma pelea, porque cuando echas de menos a alguien lo tienes tan a dentro que te duele, y si duele es que se echa de menos el amor, y de tanto echar de menos sale el querer. Hasta el momento en el que conoces a alguien la presentación y esa sonrisita. Ese es el gran momento. Hasta las despedidas, son tan bonitas cuando se recuerdan. Porque recuerdos cuanto se quería. Y cuanto amor había por en medio. Viajar en coche escuchando canciones y que de repente suene esa. Entrar en tu casa por primera vez. Nuestro amor se forma de eso, un amor hecho de risas.


(27 de diciembre del 2011, Mi pequeño novio pero gran amor.)